Investigador constante, trabajador tenaz, buen médico y excelente amigo y compañero, son palabras del Dr. Cordero, en una nota necrológica al fallecimiento de Garriga en 1946 de Julio en Valladolid.
Completa la nota necrológica, este mismo autor, en la que manifiesta que este eminente analista y clínico prestigioso, comienza su vida profesional, ingresando con el número uno de su prmoción en el Cuerpo de Sanidad Militar, recien terminada su carrera, destinado a Melilla presenta relevantes servicios y regresando a España, hace los cursillos de laboratorio en el Instituto de Higiene Militar, poniéndole en posesión del diploma de analista. Prosiguió su formación científica en el Instituto de Alfonso XII, y después en el extranjero.
Destinado como jefe de laboratorio en el Hospital Militar de Valladolid, pronto se hace cargo de las clínicas de piel, venéreas y sífilis y empieza a producir mucho y bueno, dándole renombre y fama.
Entre sus publicaciones merecen ser destacadas, entre otras, una monografía sobre el "Tratamiento de la Sífilis en sus periodos primario y secundario". En colaboración con González Calvo publicó en 1927 su "Teoría y práctica del diagnóstico humoral de la Sífilis", donde da a conocer su modificación a la
Reacción de fijación del Complemento y describiendo la reacción que lleva su nombre, la que le da popularidad.
En 1929 presentó a la Academia Española de Dermatología y Sifilografía una documentada comunicación sobre "Vacunoterapia específica general del chancro simple y sus complicaciones, vacunoterapia por via endovenosa y endérmica".
Unos años más tarde, en 1931, pide el retiro del Ejército acogiéndose a los beneficios de la Ley Azaña y dedicándose exclusivamente al ejército profesional hasta el 1936. Al terminar la guerra civil, no dentro del periodo de nuestro estudio, le ascienden a Teniente Coronel, y le nombran jefe del Instituto de Higiene Militar.
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